Un gran proyecto de central en el Real Madrid 3r3pr

Llegó con escasa publicidad mediática, tardó dos meses en debutar, pero sus cualidades son prometedoras y cubren algunas de las tradicionales carencias defensivas del Madrid en los últimos años w3y5l

Juanma Muñoz | 10 Nov 2017 | 07.00
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Probablemente, Jesús Vallejo haya sido el fichaje más discreto del Real Madrid esta temporada. No llegaba avalado por una prometedora trayectoria en la Liga ni en la cantera del club blanco.

El Madrid lo fichó en el verano de 2015 tras pagar cinco millones al Real Zaragoza, el equipo de su tierra en el que se formó y alcanzó el profesionalismo. Vallejo aún tenía 18 años y el club madrileño decidió que debía madurar lejos de Valdebebas. Jesús se consolidó como futbolista durante dos temporadas de cesiones en el propio Zaragoza y el Eintracht de Frankfurt. Su progresión coincidió con la marcha de Pepe, y el Real Madrid no dudó en abrirle las puertas del Santiago Bernabéu.

La discreción de su llegada se prolongó debido a algunas lesiones musculares y la precaución de Zidane en las alineaciones. El debut de Vallejo se retrasó hasta el 26 de octubre. Ese día, la entidad del Fuenlabrada, rival del Madrid en la Copa del Rey, relativizó el juicio sobre el joven central, que fue expulsado en el minuto 89.

Pero la primera gran noche de Vallejo llegó poco después, el 5 de noviembre, en el Bernabéu, contra Las Palmas. Zidane confió en sus virtudes ante la baja de Varane, y Vallejo asumió el reto con personalidad, un requisito indispensable para vestir habitualmente la camiseta del Real Madrid.

El jugador zaragozano, de 20 años, confirmó que es un gran proyecto de central. Parecía estar en todas partes, incluso ocupando los espacios que teóricamente correspondían a Sergio Ramos. Su concentración en el marcaje fue encomiable, y su salida con el balón, sencilla pero limpia.

Trasladó sus virtudes a uno de los escenarios más exigentes del fútbol mundial en el que cualquier error se magnifica e incluso puede dejar cicatrices. Vallejo necesita controlar su agresividad y medir mejor las distancias para robar el balón, pero sus cualidades son prometedoras y cubren algunas de las tradicionales carencias defensivas del Madrid en los últimos años.