
Fabián Ruiz es uno de los nombres de moda en la Liga Española. El joven centrocampista del Real Betis Balompié, intocable desde la llegada de Quique Setién al primer equipo, ha visto como su puesta en escena en Primera ha despertado el interés de algunos de los clubes más grandes del mundo. Entre estos, el FC Barcelona. Y en mi opinión, la entidad catalana haría bien en ficharle.
Aparentemente mucho más centrado que Dani Ceballos, el joven mediocentro verdiblanco es un auténtico diamante en bruto. Con un sentido de la colocación intachable y un saber estar digno de un pivote de 30 años, Fabián es un excelente organizador, a la vez que un catalizador del juego impecable. Uno de esos futbolistas de los que no hay y que, cuando aparece, los gigantes del fútbol europeo aprovechan para fichar.
Sin embargo, lo que mejor caracteriza a Fabián no es que sea un mediocentro posicional muy equilibrado, sino que es un futbolista que, como Busquets, hace fácil lo difícil. Se ofrece, se atreve, atrae presiones, juega con el mejor receptor, descarga el juego a zonas menos densas… y no pierde ni un balón. Si el Barça está un poco vivo al respecto lo cerrará, lo dejará un tiempo cedido y, en un par o tres de años, le dará dorsal del primer equipo.